[[... Nunca te rindas ...]]

[Chicas, en la página anterior está la primera parte del capítulo, para que no os extrañe, digo XD besos]



-Dejo esto arriba y baj … -su voz se quebró al ver a Tom sentado en el sofá con el semblante serio -. Tom …

El aludido giró la cabeza en la dirección de la chica, para poder mirarla fijamente. Pasó una fugaz mirada por su hermano, pero luego ésta, se clavo en la mirada de Chris.

-¿Dónde estabas? -preguntó intentando contener su furia, y con el tono más dulce que pudo fingir.

Christal, que no se esperaba que Tom estuviese tan dulce, respondió con una sonrisa -. Es que Bill ha venido a casa, y hemos hecho las paces. Y para celebrarlo nos hemos ido de compras al centro comercial. Te he comprado una gorra preci … -su voz se apagó cuando vio que Tom se levantaba y se acercaba a ella lentamente. Pero su sorpresa fue mayor, cuando éste la abrazó con fuerza, ella, correspondió al abrazo.

-Pensé que te habías ido con él … -le susurró al oído.

Chris le abrazó más fuerte aun -. Jamás …

Se separaron tras un largo abrazo, y miraron a Bill, el cual, tenía el gesto sonriente, cosa que extrañó a Tom, y a él mismo. ¿Estaba sonriendo? Buah, que fuerte.

-Hacéis muy buena pareja -ante aquel comentario, Tom se quedó con los ojos abiertos como platos, casi se le salían de sus órbitas, no podía creer lo que estaba oyendo.

-¿En serio? -preguntó mirando a su hermano fijamente.

Chris sonreía contenta.

-¡Si! -afirmó con ¿ilusión? Ni él se esperaba decirlo así.

Tom fue corriendo a abrazar a su hermano. Bill se quedó paralizado, pero acto seguido abrazó a su gemelo con cariño. En el fondo se querían, eran gemelos …
Después, se quedaron mirando a Chris desafiantes.

-¿Es que no le vas a enseñar a tu novio lo que te has comprado? Porque le vas a poner a cien por hora, niña.

-¡Bill, no hables así! -comenzó a reír ella a carcajada limpia.

-¡Ay! ¡Que calentito le vas a poner aquí a Tommy! -soltó Bill en una carcajada y dando palmas.

Tom alucinaba. Por fin se encontraba de nuevo con él, con su hermano. Por fin eran uno, y no uno partido en dos … ¡por fin!

-Anda, venga, me voy a probar esto, par de locos … -susurró Christal mientras subía las escaleras.

-¡Te esperamos aquí! -gritó Tom. Acto seguido se giró hacia su hermano -. Me alegro de que hayas recapacitado … ¡Ya era hora!

Bill no contestó.

-Oye, mañana tenemos entrevista, pero nos dejan salir, ¿te apuntas? -le dio una palmadita en el hombro como gesto cariñoso.

-No, yo me quedo en casa que tengo que dormir lo que no he dormido en dos semanas -suspiró.

Tom rió por un momento, pero su carcajada se rompió en mil pedazos, cuando vio aparecer a Chris por la escalera.

-Wo, no sé qué decir … -murmuró un anonadado Tom.

-Y no es para menos, tu querido hermano se ha gastado la hipoteca de una casa mía en este vestido -afirmó intentando que tom le diera la razón de que era demasiado caro, pero era igual que Bill.

-Bueno, tampoco es tanto, ¿no? -no apartaba la mirada de la chica

-Alucino en colores …

-Hombre, es que eso del blanco y negro se pasó hace mucho … La gente, que no se daba cuenta de los coloridos que eran los colores …

-¿Eh? -no entendía nada de lo que decía-. Lo que yo decía, Chris, que le has dejado … ¡pasmao! Vamos, que si el chico acelera más, se estrella

-dijo con voz andaluza.

Comenzaron a reír.

-Oye, que he pensado que mejor nos quedamos en casita … más tranquilitos, y descansamos bien … -dijo Tom interrumpiendo las risas y acercándose a Chris con un famoso destello en los ojos que la chica conocía a la perfección.

-Si, claro … descansar … y algo más ¿no, Tom? -preguntó Chris echándose a reír.

Tom la agarró de la cintura con firmeza y la acercó a él en un movimiento rápido, haciendo que sus cuerpos chocaran. Sus labios se juntaron una vez más, formando aquel maravilloso sabor, y desplazándolos a si mundo de ensueño … Sin contar con la presencia de un ser …

-¡Por favor, iros a la habitación, que no quiero ver una película porno! -gritó Bill tapando sus ojos con la mano derecha pero riéndose por dentro.

Estaba contento por haber arreglado las cosas, le hacía mucha ilusión. Si.

-Por mi … -susurró Tom para Chris, entre uno de los besos.

Subieron las escaleras entre besos cortos pero dulces y apasionados. Aunque, a veces, se hacían más largos … Eran besos diferentes a los que Tom jamás había dado … Ella, era diferente.

-¡Tom, me voy a caer! -gritó Chris que casi se escalabra por la escaleras en uno de esos largos e intensos besos.

-Yo te llevo, princesa … -susurró cogiéndola de la cintura y colocándola contra su pecho, en volandas.

-¿Princesa? -comenzó a reír sin poder evitarlo - ¡Que cursi! Jajajajaja …

-Pues a mi no me parece cursi -dijo él -. Eres mi princesa …

-Y tú mi pastelito … jajajajajajajaja ¡Es que suena fatal! -siguió riendo.

-Pues tienes que acostumbrarte, porque ser una princesa, y que te suene cursi no es que se diga que vayas por buen camino …

-Jaajajajajajajaja …

-Pero a mi no vale llamarme pastelito … ¡dios, que horror! -dijo negando con la cabeza.

Se le quedó mirando, y tras unos segundos … de nuevo a reír.

-Vale … mmm … ¿Tom?

-Si, me llamo Tom -dijo haciéndose el ofendido.

-¿Y yo me llamo …? -preguntó siguiendo el juego de camino a la habitación ya.

-Princesa …-le dio un fugaz beso antes de abrir la puerta.

Sonrió en mitad del beso con sinceridad.

-Es mi momento … -cerró la puerta después de dejar a Christal en el suelo y comenzó a besarla, pero ésta interrumpió el beso.

-Es vodafone … -rió de nuevo.

-Deja de decir chorradas … ahora … a disfrutar …

-Contigo siempre disfruto … -respondió ahora más cariñosa enroscando sus brazos al cuello del chico con ternura.

-Y yo contigo, princesa …




...CONTINUARÁ...

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os quejaréis de largo ... xDDD

besos, porfavor, comentar ... lo suplico!

me encanta me encanta me encanta!!!!!
yo voto x k el mjor fic es el tuyo!!
me encanta como escribes...

sigue pronto bite!!!


tQ niña!!

hOLAAAAA!!
Bueno, ya terminé el capi nuevo, os quejaréis, ayer uno, y hoy otro, eso es ir a la velocidad del rayo ... pero bueno, os lo debía por tardar tanto XDDDD

espero que os guste, aunque en este capi las cosas ya se empiezan a torcer ...






Capítulo XVIII --- > Mal estar

Yacía tumbada sobre la ancha cama, respirando agitadamente después de casi toda una noche de pasión. Tom ya estaría dormido, pensó. Pero ella, sin embargo, no podía dormir. Sentía un tremendo dolor de cabeza que la impedía levantarse, y la vista se le nublaba. “No he cenado, habrá sido eso” se dijo con actitud de levantarse de la cama y bajar abajo a comer algo. Se cubrió su cuerpo desnudo con un albornoz que encontró a tientas por la habitación.
Las piernas le temblaban a cada paso que daba entre la oscuridad de la habitación. Se tambaleaba a causa del dolor de cabeza, y de pronto, calló al suelo armando una gran estruendo al chocar su cuerpo contra éste.

Tom se despertó del ruido causado, y vio que Christal no estaba en la cama. Encendió la mesita de noche y la vio en el suelo agarrándose del tobillo con fuerza y haciendo un gesto de dolor.

-Me he hecho daño en el pie …-susurró con una voz casi inaudible y agotada de toda fuerza.

-A ver, déjame ver …-cogió el tobillo de la chica entre sus manos y lo miró analizadoramente -.Solo ha sido una torcedura, no es nada -hablaban en voz baja-. ¿Qué ha pasado? Son las 6 de la mañana … Es muy pronto …

-Tenía hambre y me levanté para tomar algo, y me dolía mucho la cabeza y no podía … no podía andar y … -se frotó el tobillo de nuevo.

-¿Quieres ir al hospital? -preguntó alarmado.

-No, no, no es nada … -entrecerró los ojos.

-¿Estás segura?

-Si, si, segurísima -repitió ahora intentando poner una sonrisa en su rostro, cosa algo difícil, aún le dolía la cabeza -. Anda, ayúdame a levantarme.

Tom le extendió la mano con cuidado y ésta se levantó con un pequeño gritó de dolor.

-¿Te duele? -estaba preocupado de verdad.

-Un poco …

-Anda, te acompaño -la garro de la cintura.

-No, no hace falta

-Que si … -insistió él.

-¡He dicho que no! ¿vale? No necesito ayuda …-reprochó.

Tom se asustó del tono de voz de la chica, él sólo intentaba ayudar.

-Está bien.

Suspiró con alivio y fue a abrir la puerta, cuando, antes de girar el picaporte, de nuevo calló al suelo.

-¡Chris! -gritó ahora un poco más fuerte.

-No me encuentro bien.

Tenía la cara pálida y los labios blancos como la nieve. Su cuerpo estaba temblando de frío. ¿Tendría fiebre? Tom pensó que no. Él muchas veces había tenido fiebre, y jamás se había puesto así.

-Vamos, nos vamos al hospital …

La vistió con cuidado intentando no despertar a su hermano. Después él hizo lo mismo, cogió las llaves del coche y se puso en camino.

Tumbó a Chris en el asiento trasero para que estuviera más cómoda.

Las 8:30 … al final llegaba tarde a la entrevista.
Por fin llegaban al hospital.

-Si, verá … Mi compañera se ha caído dos veces al suelo sin causa aparente y no se encuentra bie …

-Esperen en la sala de espera -dijo la administrativa sin levantar la vista del ordenador.

-¿¡Es que no me ha oído!? -gritó enfadado-. Mi compañera no se encuentra bien, ¡¡necesita un médico!!

Ahora la administrativa de pelo negro levantó la cabeza -. Nombre y apellidos, por favor.

-Christal Jonson -respondió serio.

-¿Es extranjera? -preguntó la recepcionista.

-Si, de Estados Unidos.

-No podemos atenderla aquí, es una clínica privada -le dijo cerrando el archivo.

-Lo pagaré yo, ¡pero atiéndanla ya!

-Su nombre y apellidos - “que tía más inútil”

-Tom -¿decía el apellido? Nadie sabía lo de él y Chris y si se enteraban … todo a la mierda …

-¿Qué más? -preguntó mientras escribía.

-Tom a secas -respondió tajante.

-Me tiene que decir un apellido po …

-¡He dicho que Tom!

-Está bien, está bien … ahora mismo les atiende mi compañero … -se giró hacia dentro del mostrador -. ¡Mike! -un chico joven con una bata blanca se giró hacia su compañera -. ¡Ven!

El chico se acercó y la administrativa le dijo algo en cuchicheos que Tom no pudo oír, pero que sabía perfectamente que era sobre él.

-Haber, dígame qué ha pasado -cogiendo a Chris y sentándola en una silla de ruedas.

-Pues estábamos en casa y de pronto se ha caído. Luego la he ayudado a levantarse y se ha vuelto a caer sin razón aparente y bueno … me he asustado y … la he traído aquí -dijo en voz más baja.

-Has hecho bien -sentenció Mike.

-Gracias -agradeció.

Entraron en una pequeña habitación con dos camillas y un sillón para sentarse. Tom se quedó de pie.

Sentó a Christal en una de las camillas y la puso frente a si.

-Haber, guapa, ¿cómo te llamas? -le preguntó el doctor.

-Christal -dijo sin fuerzas.

-Muy bien, Christal. Ahora déjame que te mire, ¿vale? -le hablaba como a una niña pequeña pues paría que estaba como sedada.

-Vale …

El doctor, Mike, levantó la camiseta de la chica con cuidado y analizó su cintura. Después de no ver nada, se puso al otro lado, para poder observar la espalda. Se encontró con una gran mancha morada en la parte de arriba, casi al lado de los hombros, saliendo del cuello. Pensó que era un moratón, pero al tocar a la chica no le dolía.

-¿Te duele aquí?

-No -dijo simple ella.

El doctor se extrañó mucho. Era una mancha de gran tamaño.

-¿Seguro? -preguntó.

Tom se acercó.

-¡Dios! ¿Cómo te has hecho eso? -preguntó alarmado subiendo el tono de voz.

-Ahora volvemos, Christal -. Tapó de nuevo a la chica e hizo un gesto a Tom-. Acompáñeme.

Ya fuera …

-No pensará que yo …

-No, no. Sé perfectamente que no es un moratón. Es una mancha. Tenemos que hacerla pruebas para ver qué es … Usted puede quedarse en la sala de espera, le abisaremos cuando estén los resultados …

-Pero es que me tengo que ir, tengo trabajo … -reprochó.

-Bueno, pues se los daremos a ella.

-¡Pero si está que alucina en colores!

-En una hora se le ha pasado …

Tom miró la hora … Las 9:30 … Mierda, se tenía que duchar, vestir, preparar, tenía que ir al estudio y luego a la entrevista, no le daría tiempo.

-¡Mierda! ¡Me tengo que ir! ¡Adiós! -y salió corriendo.

Cuando Tom se fue, Mike llamó a dos compañeros suyos para que le echaran un vistazo a la mancha que salía del cuello de Christal. Jamás había visto algo así. Decidieron hacerle un escáner.


A las diez y cuarto de la mañana ya estaban los resultados.

Christal se decía que había sido un bajón de azúcar, y que por eso no mantenía el equilibrio, cómo no sabía que tenía una mancha en el cuello, estaba segura de que tenía razón …

-Acompáñame, Christal …

-Por favor, llámeme Chris, y no me trate de usted, me hace parecer vieja -rió.

-Está bien, Chris, acompáñame -el doctor no quería darle aquella noticia a una joven tan amable y simpática, sería como matarla allí mismo …

Entraron en el despacho de Mike, el médico que la había atendido, éste se sentó con expresión amarga, y miró a Christal serio.

Christal notó en su mirada indecisión. Algo pasaba.

-Es algo malo, ¿verdad?






...CONTINUARÁ...

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qué?? tomates, motosierras ... flores????? xDD

k le psa!!??
es mu grave??? anda pon otro capitulo bitee!!
como se te acurre dejarlo a medias mala persona???
k es bromaaaaaaa xDDDDDD tu no podrias ser mala ni de coña!! xDDD

bueno sigue prontiko!!

bss wapa!

tQ!!*

Holaaaaa

Tere!! Me ha dado tiempo a terminarlo hoy!! y es largo ... te quejarás ... he intentado hacerlo gracioso y dramático a la vez ... en fin ... a ver si os gusta ...

BESOS





Capítulo XIX --- > Una entrevista … un plan …

… La cabeza le daba vueltas sin cesar. No podía creerlo, ¿por qué a ella? Nunca pensó que la muerte fuera así de fácil …



--- > Flash back < ---

-Lo siento mucho, Christal … Pero no podemos hacer nada por usted … -le decía el médico.

-No me llame de usted …-seguía manteniendo, con lágrimas en los ojos -. No … no … ¿No pueden operarme? No … ¿no hay un medicamento? No … no … -rompió en lágrimas de nuevo, tapándose el rostro con las manos.

-Lo siento muchísimo … -volvió a repetir.

-No … no hace falta que lo sienta … además … usted no está donde yo … ¡usted no tiene esa maldita enfermedad! Usted no puede saber cómo me siento ahora mismo … Para usted la vida es la mar de fácil … ¿y qué pasa conmigo, eh? Nadie me ayuda … -las lágrimas cortaban sus palabras -. Usted tiene una vida … pero yo ya no tengo nada … ¿no se da cuenta? Todo esto es una mierda … ¡una mierda!- gritó y salió corriendo de la consulta para marcharse a casa …

--- > Fin flash back < ---


Las lágrimas yacían ya presentes en sus ojos, formando de nuevo un mar de lágrimas tan salado que sus mejillas estaba escocidas. Intentaba retener el llanto, pero por mucho que lo intentara, sus ojos cada vez estaban más y más húmedos, dejando deslizar por sus mejillas miles de gotas saladas.
Su interior se revolvía imitando a un tornado que no quería terminar, pero que terminaría … y, para su desgracia … demasiado pronto …
¡Maldita enfermedad! Maldecía para sus adentros. Su respiración se agitaba, y su corazón latía fuerte y contrarrestando a su respiración.
¿De verdad que nadie podía ayudarla? No podía creerlo. Se sentía defraudada, sóla en el universo que la rodeaba sin razón aparente … pero no defraudada por alguien en espacial, no. Defrauda por lo que le había tocado vivir …
Se secó las lágrimas con la mano áspera y puso la tele. Mejor no pensar en ello …

-No estés así … -le dijo Evelyn con un cuenco de palomitas en la mano izquierda y sentándose a su lado y dándole un gran abrazo tras dejar las palomitas a un lado.

Christal la había llamado para no estar sólo, de momento, era la única que lo sabía. Bueno, también Jessica, su amiga de allí de América, la había llamado, por supuesto. Las mejores amigas, lo primero.

-Tú me vas a ayudar, ¿verdad? -preguntó entre sollozos.

-Por supuesto … Voy a estar aquí siempre que me necesites …-le dijo -. Anda, venga, ¿vemos una peli? -dijo secándose algunas lágrimas que se le había escapado antes de que Christal las viera.

-No, prefiero hacer zapping … -repuso.

-Tú y tu zapineo …

Un sonrisa salió de su boca sin remediarlo.
Cogió el mando de la televisión del piso de su amiga y comenzó a pasar canales …

-¡Anda! ¡Mira! -exclamó …



-Y … Bueno, supongo que ganaréis mucho dinero -prosiguió la entrevistadora, Verónica.

“Otra vez el dinero. Dios, ¿es que no se cansan de siempre las mismas preguntas?”

-La verdad es que no penséis que mucho … -contestó Bill. “Ya se sabía el guión de pura memoria”

-¿En qué os lo gastáis?

-Pues … sobre todo … -siguió Georg, con el papel bien aprendido -, en viajes, instrumentos … cosas así, no nos gusta gastarlo en chorradas como otros grupos que derrochan el dinero.

-Unos chicos con buena conciencia … ¡Bien! -Verónica, la entrevistadora parecía eufórica. Le habían dicho que era su primera entrevista, por lo que estaría más nerviosa, pensó Tom.

-Mmmm … más preguntas … haber … Tom, que eres el más fiestero de todos y casi no has hablado …

“¿Preguntas para mi? Esto no estaba preparado”

-Dicen que para ti eso de tener una mujer en cada puerto va a misa -le dijo mirándole provocadora. Era una chica joven y bastante guapa.

“Menos mal, son la preguntas de siempre, el mismo guión. Puff … que alivio … haber … cómo era la respuesta …” - Jajajaja -rió falsamente “¿se habrán creído la risa falsa? Tampoco me ha salido tan mal …” -, la verdad es que si. No lo puedo negar, soy un tío joven y … - “mierda, ¿cómo seguía? Mmmm … piensa, Tom, piensa …” se exigía - hay tantas chicas sueltas por ahí, ¡que como para comprometerme con una! - “Eso no he debido decirlo … Y si Chris lo ha visto … ¡genial!”

Bill le miró con incredulidad.

-Haz un esfuerzo y dinos con cuantas has estado … -repuso Verónica.

-Pues … redondeando un poco … con unas veinticinco … -esa se la sabía de memoria, era la más corta.

-Eres un poco fantasmilla, ¿no? -Tom intentó sonreír picarón como pudo -, ¿a qué edad empezaste?

-A los doce -Esa si que era fácil, porque parte de ella era verdad. Se río para sus adentros -, desde entonces, no he tenido problemas para ligar. Creo que las tías notan que soy el que más experiencia tiene del grupo, y por eso se me acercan … jejeje

-Y, ¿qué táctica usas para tenerlas a todas comiendo de tu mano? -preguntó.

-Sinceramente no tengo ningún truco especial -”vale, ahora si que estoy en blanco …” - depende mucho de la situación, de la chica, de como se sienta ... -inventó. “Ha sido creíble”

-¿Qué es lo que más te pone? -preguntó.

Había dejado de lado a los demás por completo. Pero no se aburrían para nada, intentaban no partirse de risa allí mimo por las caras pensativas de Tom, que sólo ellos reconocían.

-Que se hagan las ingenuas y parezca que pasan de mi. Yo soy un cazador que colecciona presas, me gusta mucho currármelo y conquistarlas poco a poco -dijo moviendo el piercing de su labio para darle más morbo.

A la entrevistadora se le subieron los calores al minuto - Emm … -dijo sofocada-. ¡Ah, si! Y para que las rechaces, ¿qué tienen que hacer?

-Hay pocas tías a las que diría que no, si lo hago, es por falta de tiempo, ¡¡el día solo tiene 24 horas!! - “¿quién se va a creer esto? Anda que menudas ocurrencias que tienes, Tom …”

-Venga, ¡Cuéntanos un sitio donde te mole hace el amor! -la entrevistadora ponía más atención, cosa que hizo reír a Tom en su interior.

-En la ducha, me encanta -dijo, recordando una de las experiencias vividas con Christal … Eso era cierto, de momento, lo único que era cierto.
Por cierto … ¿cómo estaría?

-¿Y el lugar más raro donde te lo has montado con alguien …? -interrumpió sus pensamientos.

-En el campo. La verdad es que no estuvo tan bien como yo pensaba - “ a mí jamás se me ocurriría hacerlo en el campo … ¡Dios, que asco!” -, además hay demasiados bichos y yo ¡odio los insectos! así que, prefiero hacerlo en casa.

-Tú peor experiencia …

-Con 14 años estaba en plena faena con una chica y mi madre entró a la habitación … - “Y yo son tan lerdo como para montármelo con alguien estando mi madre en casa … Si es que … menudo guión …” -. Era la segunda vez que lo hacia y me cortó bastante el rollo.

Bill, Georg, y Gustav estaban ya que reventaban.

-¿Hay algo en esta vida que te quite las ganas? -la entrevistadora no se daba cuenta para nada.

-Si, no me gusta nada que me digan guarradas … yo creo que en el sexo se debería hablar menos ¡¡y gritar más!! -segunda cosa cierta.

-¿Te sueles llevar muchas fans a tu hotel?

-Alguna que otra, jejeje. Si es guapa y me gusta, le pido el teléfono, y luego la llamo para darle mi número de habitación … después … lo que surja - “Son ellas las que hacen eso, pero bueno … hay una reputación que mantener”

-Y entre tanto toma y daca, ¿has tenido tiempo de enamorarte?

-Todavía no me he colgado por nadie. La verdad es que no creo en el amor, bueno, en el de una noche, ¡si! - “como Christal esté viendo esto … me muero” dijo entristeciéndose.

-Entonces, ¿de hacer alguna locura ni hablamos, ¿no? -la entrevistadora estaba súper emocionada, alucinaba en colores …

-No he hecho tonterías por las mujeres. La relación más larga que he tenido fue de dos años, pero tampoco estaba enamorado de verdad, como en ninguna … - “si no me muero yo, me mata ella”

-¿Te entrará en algún momento la seriedad?

-No lo sé. No es que me niegue a tener una relación seria, es que todavía no me ha pasado - “si que lo ha hecho”

-¿En eso eres muy diferente a tu hermano’ -le dirigió una breve mirada a Bill.

-Puede ser … Bill, por ejemplo, ya ha estado con chicas, pero ahora quiere reservarse para su amor verdadero. ¡Yo prefiero ir probando a ver si lo encuentro! - “menuda mierda de guión”

-Facilítanos un poco las cosas … ¿cómo es tu … piva ideal?

-No tengo ningún estilo concreto, además si lo tuviera no lo diría porque sería cerrarme puertas … - “joder … me la voy a cargar … no, mejor, me la he cargado”

-Y …

“¿Más preguntas? ¿Pero esto qué es, el diario de patricia? …”



-Yo creo que ya es suficiente -dijo enfadada apagando el televisor con furia.

-Tranquilízate, sólo es una entrevista más, no significa nada …

-Por supuesto que no … por eso ha dicho todo es, ¿no? Porque no significa nada … ¡Y yo soy tonta! -gritó. La gota que colmó el vaso. Todo al garete … Jamás debió hacerse ilusiones … -estúpida -murmuró para sí misma.

-Venga no te pongas así …

-¿¿Y cómo quieres que me ponga?? -se levantó del sofá con cuidado, haciéndose daño en el cuello -. Maldita mancha … -susurró.

-Tranquilízate …

-¡No quiero tranquilizarme! -le gritó. Se dio cuenta de su error -. Lo siento, tú no tienes la culpa.

Evelyn asintió perdonándola sin rencor.

-¿Por qué me hace esto? -preguntó desesperada volviendo a apoyar su cuerpo sobre el sofá. Evelyn la abrazó de nuevo.

-Tienes que comprender que él es así y … aunque no queramos admitirlo … jamás cambiará … -la dijo con pena a su amiga.

Le amaba de verdad. Le entregaría su propia alma si fuese necesario, ella lo sabía, lo veía en su mirada brillante al encontrar sus ojos con los de él … Pero él no se daba cuenta de lo que ese brillo significaba en su mejor amiga … Un brillo especial que sus ojos jamás habían tenido desde que la había conocido, y que, casualmente, apreció con la presencia de Tom. No sabía como ayudarla, quería, pero no sabía cómo …

-Ojala pudiera ayudarte de algún modo …-le dijo.

-Puedes hacerlo -se separó de su amiga rápidamente para poder mirarla a los ojos-. Ayúdame a escapar …

-¿Qué? ¿Que quieres que haga qué? -preguntó atónita Evelyn.

-Que me ayudes a escapar, a irme … Necesito irme, Evelyn … -la agrró con dulzura por los hombros-. No puedo seguir aquí … no, ahora … necesito otra vida … empezar de cero … como si nada de esto hubiese pasado … lejos de él, Eve … Necesito alejarme aunque solo sea por un tiempo …

-Pero, Chris … necesitas a alguien que te cuide y … necesitas a alguien que esté contigo por si … por si … -ambas sabían lo que quería decir.

-Puedo cuidarme sola … Sé cuidarme sola, Eve, tú lo sabes … y ahora lo que necesito es irme lejos … muy lejos de aquí … No puedo estar viendo cómo se destruye todo, Eve … no puedo …

-¿No se lo vas a decir a él? -preguntó.

-A él no le importa nada de lo que me pase … jamás le he importado … has visto lo mismo que yo … sólo soy una más de la lista … Y tú tampoco vas a decirle nada … ni de … ni de … ni de la enfermedad … ni de mi marcha … Eve … tú no sabes nada, ¿vale? Pero ayúdame … nunca te he pedido nada, pero ahora te lo pido … por favor …

-Está bien, te ayudaré …






...CONTINUARÁ...

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os gustó?? a mi este capi es de los que más, pero bueno ... BESOS!! comentar!

ami no me a gustao...
te lo digo de corazon y sin animo de ofende... pro ste a sio el peor capitulo k as scrito......


















































































k NO!!! k es BROMA!!! xDDDDDDDDDDD

te lo abias creio eeeh!! jajaja
ami me a encantao!! jaja
si sk ere una makina... sabia yo k ati te daba tiempo!!!

bss wapa!!

tQ!!*

Holaaaa ¿qué tal? Bien!

Bueno chicas, en este capi, aviso ya se pone el meolla de la cuestión y no queda tanto para que acabe, porque a partir de ahora voy a cortar capis, es decir lo voy a hacer más resumido porque si no esto se hace eterno y quiero terminarlo ya para empezar el otro que colgué.

Creo que ya es hora eh ... xDD Espero que os guste ... son 9 págs. de word para recompensar, y ... ¡HICE LAS 100 PÁGINAS DE WORD EN 20 CAPÍTULOS! es que me hace mucha ilusión, para mí es todo un logro ...

Aquí os lo dejo [Lo pongo en dos posts porque no creo que quepa] ...:






Capítulo XX --- > Inesperado


--- > FLASH BACK < ---

-¿Qué crees? ¿Qué para mí es fácil? -preguntó-. No, Eve … Nada es fácil … Todo cambia y todos cambiamos … Mi vida está aquí, si, ¿y? -decía cosas sin sentido que sólo ella entendía -. ¿Sabes? Cuando murieron mis padres, quise creer que yo jamás moriría … Era una niña … -se secó una lágrima con cuidado echándose un pequeño rizo hacia atrás -. Me pregunto por qué tan pronto … He vivido tanto, pero a la vez tan poco … -ahora dejó que las lágrimas rodaran por sus mejillas con antaño -. Siempre soñaba con vestirme de blanco, un vestido de seda blanco y largo … Deseaba sentirme, por una sola vez como una princesa, con mi príncipe azul, pero mi príncipe se esfumó … -suspiró-. De pequeña me encantaban los caballos … - intentó sonreír, cambiaba de tema constantemente-. ¿Sabes? Siempre quise montar pero nunca lo he hecho ni haré … ¿Te acuerdas aquella vez cuando nos llenamos la cara de helado? Fue un buen día …-cerró los ojos con esfuerzo, intentando recordar-. “Lo pasado, pasado está, hija, pero todo aquello que vivas, no intentes olvidarlo, pues siempre, una pizca de todo ello permanecerá en un rincón de tu mente, el rincón de los recuerdos. Y, lo que no llegues a experimentar o vivir, siempre estará en otro rincón de tu memoria, uno más grande … el de los sueños …” -Evelyn ya si que no entendía nada -. Mi abuela siempre me lo decía. Se sentaba en el sofá y me sentaba sobre su regazo … Tenía tanta razón … -giró la cabeza por primera vez para mirar a los ojos a Evelyn, estaban cristalinos y húmedos del llanto-. He vivido tantas cosas … y sé que jamás ninguna de ellas podré olvidar por más que quiera y que todo aquello que me hubiese gustado podré seguir soñándolo … Eve, he de aceptarlo, para mi la vida ya se ha acabado. ¿Qué más puedo pedir? He hecho todo cuanto quiero … bueno, o casi todo, y estoy orgullosa de haber hecho lo que he hecho, no me arrepiento de nada … Ahora si, me toca elegir. Elijo marchar y morir allí dónde toque, allí donde mi corazón deje de latir, pero aquí no. No quiero estropear todos los recuerdos bonitos con esto, no me lo perdonaría …

-No sé cómo lo haces, que siempre me convences …

Sonrió dulcemente y se levantó para seguir haciendo las maletas rápidamente. Era mediodía, debían darse prisa, los chicos volverían dentro de poco.

-O nos damos prisa o nos pillan -susurró Eve corriendo por la casa en busca de todo aquello que fuese de su amiga.

-¡Vamos! ¡Déjalo! Si se queda algo qué se le va a hacer …

--- > FIN FLASH BACK < ---


Se abrazaban con ternura frente a la puerta de embarque. Era un viaje, pero no de ida y vuelta, y menos de vuelta …

Días atrás todo era distinto, nada era así, pero como había dicho Christal: Todo cambia, todos cambiamos … La mañana había pasado y se habían podido ir de la casa antes de que llegaran los chicos, pues no volverían hasta la noche. El vuelo salía a las ocho.

-Te voy a echar mucho de menos … -apretó su barbilla en el hombro de Evelyn intentando que el abrazo fuera aun más fuerte.

-Joooooo … No me digas eso que lloro … otra vez … -dijo sin separarse de los brazos de Christal.

-Idiota … -dijo.

-Muy bonito, eh … te largas y lo único que me dices es un mísero idiota … no me lo esperaba de ti, Chris … -dijo burlándose y separándose de ella para cruzarse de brazos y poner cara de enfadada.

-Gilipollas … -dijo en medio de una gran carcajada.

-¡Ay, mi Chris! -se abalanzó sobre ella para darla un achuchón -. ¡Que se me suben los colores! -gritó.

Todo el aeropuerto se giró para mirarlas a ambas que estaban dando el cante allí en medio.

-Estás como un puta cabra …

-Joooooo … me voy a quedar sin estos piropos tan nuestros -dijo poniendo pucheritos.

-Estás fatal … -reprochó.

-Joer, tía, yo que intento hacerlo un poco más alegre … -intentó defenderse.

-Voy a perder el avión …

-No me lo recuerdes, idiota, que se me va el entusiasmo -le recriminó a Chris.

-Ah, muy bonito, o sea que me voy y te alegras … muy bonito, eh … muy bonito …

-No, marida mía, yo siempre te querré …

-¿Aún te acuerdas de eso?

-Como para no acordarme … ¿Cuántas copas llevábamos encima?

-Perdí la cuenta en la sexta … -respondió recordando aquella borrachera con los chicos.

-Muy mal, hija, muy mal … beber es malo, eso no se hace -dijo haciendo de abuelita.

-Nunca cambiarás … -le dijo con una sonrisa. No quería que cambiara.

-Bueno, dejémonos de idioteces …

-No puedes dejar las idioteces siendo idiota … -le dijo para reírse un rato. Aquel día sólo había llorado, llorado y … ¡LLORADO!

-Mala persona … -le dijo poniendo cara de odio.

Chris puso pucheros.

-¡Perdóname, marida mía, perdóname! -dijo haciendo el tonto.

-Perdonada, cacho subnormal -le dijo dándola una colleja.

-Anda, que qué despedida … No hemos dicho nada bonito la una a la otra …

-¡Ay, mi amor, eres mi vida! ¡No sabes cuánto te quiero! ¡Eres la mejor, amor mío!

La miró asustada -. Cada día dudo más de tu estado mental …

-Pasajeros del vuelo 635 a Washington, por favor, acudan a las puertas de embarque que se abrirán en breves instantes …-
Las interrumpió el altavoz del aeropuerto.

-Es mi vuelo … -susurró.

-¿Me llamarás todos los días como a tu amiga esa de allí?

-Jessica, se llama Jessica … -harta ya de repetirle el nombre.

-Bueno, ¿pero me llamarás?

-Si, tonta, te llamaré toooodos los días.

-¿Y podré ir a verte …?

-Siempre y cuando vengas sola …

-Iré sola, pesada

-Pues entonces sí -dijo alegre.

-Lo que voy a echar de menos esas mañanas en el trabajo haciendo el canuto …

-Eve … hace tres semanas que ya no trabajo allí … Retiro eso de que tienes buena memoria …

-¡Ah, si, es verdad! Que te colaste en el despacho del jefe y te pilló y entonces le dijiste que le estabas esperando y te pusiste en plan sexy y le diste dos tortas por pervertido y le dijiste qu …

-Tía, no hace falta que hagas una peli …

-Pasajeros del vuelo 635 a Washington, las puertas de embarque se cerrarán en cinco minutos … -volvió a interrumpir.

-Al final pierdes el avión.

-Me voy ya … Te llamo cuando llegue.

-Estaré esperando -respondió.

-No les digas nada, vale … tú has ido a casa y ya no estaba, ¿vale?

-Vaaale, confía en mí

-Está bien -dijo ésta quedándose más tranquila.

-Pero ya sabes como es Tom cuando se pone cazurro ... -repuso Evelyn.

-Si bueno, pero tú no le digas nada, que yo ya me he encargado de que se entere de lo propio -reprochó.

-Que si, ¡qué pesada eres, dios mío! … ¿Eh? ¿¿Que tú qué??

-Pasajeros del vuelo 635 a Washington, las puertas de embarque se cerrarán en escas …

-¡Me voy! ¡Te quiero! -gritó por encima del altavoz y echó a correr hacia el avión.


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-Mañana tenéis tres entrevistas y concierto por la noche. A la tarde saldremos para el estudio y sobre las ocho y media iremos a hacer los ensayos -les explicó la chica, Laura, que se encargaba de controlar todo. Era, después de David, una de las mayoras jefas, pero la que mejor se llevaba con los chicos.

-¿A qué hora es el concierto? -preguntó Gustav.

-Empieza a las diez, pero tenemos que hacer las pruebas de sonido, así que tendremos que estar allí sobre las nueve … -contó.

-¿Tan pronto? -preguntó Bill. Jamás habían ido a una prueba de sonido una hora antes del concierto. Era demasiado tiempo y se ponían demasiado nerviosos.

-Si, ¿tenéis planes? -preguntó la locutora extrañada -. Si tenéis planes podemos retrasar las entrevista diez minutos cada una y nos da sobre las nueve y media, ¿os parece bien?

-Si, bueno, no habíamos quedado, pero así mucho mejor.

-De acuerdo chicos, si necesitáis algo, me llamáis -se giró para ir a una reunión que le esperaba en la sala de visitas, dónde David había reunido a distintos encargados para organizar la noche del día siguiente.

-¡Ey, Laura! -llamó Gustav.

La chica se giró con una sonrisa de oreja a oreja con su carpeta azul entre las manos, llena de papeleo que rellenar.

-¿Puedes quedar esta noche? -preguntó ante la atenta mirada de sus tres compañeros, alucinados por la proposición de Gustav a la locutora y casi directiva.

-Lo siento, Gustav, tengo mucho papeleo que rellenar esta noche … Jean ha desaparecido y te …

-¿Otra vez? - “maldito Jean”´, pensó -. ¡Tú no tienes por qué hacer su trabajo! -gritó enfadado. Todos odiaban a Jean … Jean, Jean, Jean, ¡Jean!

-Ya, pero ya sabéis como es esto … -dijo dirigiéndose al resto de los chicos, para no dejarlos fuera -. Pero bueno, otro día será, ¿vale? ¡Venga chicos, que llego tarde! ¡Adiós!

-Adiós … -susurró Gustav.

La chica cruzó la puerta del ascensor y se giró echando su larga cola de caballo morena hacia atrás y sonriendo a los cuatro chicos, que no se habían movido casi.

-Uy, Gustav, ¿qué pasa con Laura? ¿Eh, pillín? Uy, uy … -le dio unas palmaditas Georg en el hombro a su amigo.

-A Gustav le gusta Laura … A Gustav le gusta Laura … -canturreó Bill como si no viniese al caso.

-Gustav, no nos lo habías contado … que somos tus amigos, hombre … -reprochó Tom en forma de burla.

-Idiotas … -dijo el aludido.

-Uy … Gustav se enfada -canturreó Georg fijando la mirada en el techo y dando un pequeño silbido.

-A gustav se le nota a kilómetros … -canturreaba Bill de nuevo.

-Gustav nos lo va a contar todo -soltó Tom de improviso.

-¡Ni loco!

-Venga, hombre, si solo hay que verte … -siguió él.

Los otros dos, se arrodillaron poniendo sus manos bajo la barbilla y haciendo pucheritos.

-Por fa, por fa, por fa -suplicaron.

-Bueno … no sé … -le vencieron. Los tres sonrieron satisfechos -. Es maja y muy guapa.

-Por primera vez, Gustav, veo buen gusto en las chicas que eliges, hijo -le dijo Tom pasándole el brazo por los hombros. El aludido le sacó la lengua jugando.

-Pero cuando la invito a cenar nunca puede … un día voy a matar a Jean -dijo en un susurró con cara siniestra.

-Es que eres un poco cortito, eh -dijo Bill.

Tom, Georg y Gustav giraron la cabeza para mirarle intrigados.

-¿No me digáis que no se os ocurre nada? -giraron la cabeza en forma de negación -. Jajajajaja … Si ya sabía yo que para estas cosas sois un poco panolis … -dijo.

-¿Nos lo vas a decir? -preguntó Tom desesperado.

-Si … -respondió resignado -. Venir, venir …

Los tres se acercaron, y en un susurró les explicó lo que él haría …

-Oye, pues es una buena idea -dijo Georg aprobando lo que había dicho Bill.

-Vosotros mucho conquistar pero para los detalles … hay que veros -les dijo reprochándoles.

-¿Estáis seguros de que va a funcionar? -preguntó Gustav no muy convencido.

-No tiene más narices que abrir la puerta, y ya verás como no dice que no -le explicó Bill.

-Bueno, pues me voy a preparar -dijo Gustav yéndose a su habitación, súper nervioso.

-¿Y qué hacemos nosotros? -preguntó Bill a Georg, pues ya sabía lo que iba a decir Tom.

-Yo me voy a casa, haber si Christal no me mata …

-Es que -…

-No croque la haya dado tiempo a ver la entrevista, con los análisis y todo no la ha podido dar tiempo -quiso convencerse.

-¿Análisis? -preguntó Bill que no sabía nada de lo de aquella mañana.

-Es que esta mañana se calló al suelo y la llevé a hacer unos análisis porque tenía una mancha extraña y …

-Anda venga, vete y ve a ver cómo está -le dijo Bill imaginándose lo peor. Quería pensar que lo que imaginaba no podía ser cierto, pero estaba dando en el clavo.

-¡Tú y yo nos vamos de copas! -propuso Georg.

-¡A la discoteca! Que ya me hace falta a mi alguien … -dijo un poco disgustado.

-¡Adiós!

-Hasta mañana … -Tom se giró y se fue por las escaleras.


Media hora más tarde, entró en casa y oyó unos gritos que parecían estresados y desesperados, era Evelyn.

-¿Chris? No me hace gracia … - “está quedando creíble, ¿no? Tom se lo traga fijo” -¡Chris, sal ya de donde estés! ¡No me hace gracia!

-¿Pasa algo? -preguntó Tom desde las escaleras al oír los gritos desesperados de Evelyn.

-No, bueno, si … bueno, no … Si … -se rindió -. Es que tuve que hacer unas compras y no pude venir antes a ver qué tal estaba Chris y llegué y no la vi por la casa, pensé que había salido a hacer algo o que no había vuelto del médico y me esperé una hora a ver si venía, pero luego pensé que a lo mejor se había quedado dormida en algún lugar y empecé a gritar -puso cara de estar un poco confusa - pero no me contesta.

-¿Hace cuánto que estás aquí? -la preguntó mirándola fijamente.

“Se lo está tragando, no la cagues ahora” -. Pues una hora y media o así, no sé, no lo miré, pero un buena rato - “ha podido estar mejor”.

-Voy a salir a ver si la veo fuera -se metió en la habitación que ambos compartían y cogió la sudadera de encima de la cama. Notó como algo caía sobre sus zapatillas blancas de deporte y después quedaba en el suelo.
Se agachó para cogerlo. Era un papel doblado a la mitad, un poco arrugado. Lo giró y vio su nombre escrito. Frunció en ceño confuso.

Se sentó sobre la cama un segundo tirando la sudadera al suelo de la impresión, y comenzó a leer …


“ Tom :
No sé siquiera por qué te escribo esto, pero siento que si no te doy una explicación no me quedaré del todo tranquila.
No me preguntes por qué hago esto, no estoy del todo segura, pero, algo que sí sé, es que no quiero hacerte daño, porque si te hago daño me hago daño a mi, ¿comprendes?
No me odies, yo a ti no te odio. Tienes que comprender que no todo es de color de rosa, yo lo comprendí hace poco.
Necesito irme, Tom. Lejos, donde nadie pueda encontrarme. Ya te he dicho que no me preguntes, pero, tengo el presentimiento, de que aquí mi vida ya no tiene camino por el que seguir, y que, quizás, lejos de aquí, lejos de ti, mi vida pueda continuar sin hacer daño a nadie …

También quiero que sepas que jamás te olvidaré. Un día aprendí que lo pasado jamás se logra olvidar, y menos, si no quieres olvidarlo … Te pido que tú tampoco me olvides, pues lo que he vivido a tu lado ha significado mucho para mí, y no me gustaría que un día, si nos cruzamos por la calle, no sepas quién soy … Aún así, aunque me cueste, he de aceptar que tú jamás serás de una sola mujer, es algo que me ha costado mucho llegar a comprender, pero en tu mirada veo algo y sé que no me perteneces, como yo ahora a ti. Te lo entregué todo, Tom, y no me arrepiento, pero ahora toca hora de deshacerse de todo eso que un día sentí por ti. Cierto que me va a costar, y quiero pensar que a ti también, aunque solo sea un poco, pues así, puedo imaginar, que aunque solo fuera un poco, me quisiste …

Necesito empezar una nueva vida … disfrutar nuevas experiencias, y como te he dicho, siento que no me toca vivir todo eso a tu lado. Siento que a tu lado ya he hecho lo que tenía que hacer …

Perdóname, por favor … pero es lo mejor para todos …

Y, solo te pido una cosa más: Tom, si algún día sentiste algo por mí como me hiciste creer, no vallas a buscarme, te lo ruego …

Intentaré que seas, por siempre en mi memoria, un bello recuerdo …,

Christal “

Evelyn, observaba desde la ranura de la puerta. Jamás había visto llorar a Tom. Bueno si, una vez cuando Bill le dijo que su madre estaba
enferma y pensó que se iba a morir. Pero ninguna vez más. Quiso saber lo que decía aquella carta, que supuso era de Christal, pero no quiso interrumpir …

Una lágrima rodó por sus mejillas hasta derramarse sobre el arrugado papel que sostenía sobre sus manos. Su manos apretaban el papel con fuerza, casi rompiéndolo en mil pedazos mientras sus ojos cristalinos dejaban escapar pequeñas gotas saladas de dolor y confusión al mismo tiempo. En su cabeza rodaba una sóla pregunta, la que en la carta decía que no preguntara … “¿Por qué?” Y alrededor de aquella malévola pregunta, muchas otras … “¿La hice daño? ¿Qué hice mal? ¿Ya … ya … no me … no me quie …?” esa pregunta intentó cortarla en su subconsciente, era algo que no quería saber ya …





...CONTINUARÁ...

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Espero que os haya gustado, lo he hecho lo mejor que he podido ... BESOS

k bonito!!
a kien no se le salten las lagrimas cn esa carta sk no tene corazon!!!
pobre tom.. yo soi christal y no lo dejo x na del mundo!! palabrita!!

niña como sempre me ha encantado!!
mis felicitaciones x este capitulo!!! ha estado genial!!
sigue pronto!!

tQ!!!

Holaaaa, bueno, hoy no me enrollo, que el capi es muy largo y quiero que me quepa en un solo post, no creo que sea posible, pero bueno, lo intento ...

Espero que os guste!!






Capítulo XXI --- > Un día más … ¿O no?


Los días pasaban como oscuros viajes que jamás llegaban a su destino.
El día a día era eterno.
Se sentía incómoda estando allí, un lugar que había abandonado hacía tanto tiempo … Los recuerdos la abordaban en inmensurables segundos, atrayéndola a un lugar de malos momentos, de su infancia …
Casi no dormía, o quizás si, no estaba del todo segura. Vivía cada momento en sueños irreales, pero que para ella eran como un velero que la conducía a la verdad, a lo que pasaría alguno de esos días.
Cada día que pasaba se perdía en la noche como si jamás hubiese ocurrido, sin embargo, muchos otros recuerdos permanecían allí, sin inmutarse, devolviéndola el dolor que tanto odiaba, el anhelo que tanto añoraba …
La daba miedo lo que podría ocurrir, se sentía inmersa en un mar de pensamientos que inundaban su cabeza sin cesar. Aquello era un comedero de cabeza auténtico.
Un mundo extraño se posaba a sus pies, esperando que éstos hiciesen un nuevo camino, pero esta vez, solos, completamente solos …

-Jonson, ¿me puede decir lo qué es la fotografía? -interrumpió sus pensamientos el profesor Horner.

Christal dejó sus recuerdos a un lado y puso atención a la clase.
Sí, tenía que matar el tiempo de alguna manera, y qué mejor, que ir a la universidad para estudiar lo que siempre le encantó: fotografía.

-La fotografía es una manera de captar las emociones de las personas en una sola imagen. Las sonrisas indican felicidad, y la fotografía hace que esa felicidad quede calcada en papel para poder recordarla siempre. Pero, como todo el mundo cree, las fotografías no solo calcan sonrisas, también enfados, disgustos y muchas otras cosas. Y, gracias a éstas, todas esas emociones, quedan en un cajón o álbum, y así, con el paso de los años, esa emoción que ha sido reflejada sigue ahí puesta, con entusiasmo, pues jamás se borra.
La fotografía se puede hacer de muchas maneras, pero la mejor forma es con un paco de perspectiva, y si se hace así, la fotografía puede ser algo más que una imagen gravada, puede ser mucho más que eso …

Si es que la encantaba.

-Muy bien, señorita Jonson, muy bien explicado -la felicitó el profesor Horner, que la admiraba, pues no estudiaba eso con aburrimiento y malgastando tiempo, tampoco lo estudiaba por hacer algo en un futuro, aquella alumna estudiaba fotografía porque le gustaba y le apasionaba, como a él en sus tiempos … -. Quiero que me lo digáis así, como lo sentís, pues esto no es de memorizar, es de sentir, si no jamás podréis llegar a ser fotógrafos, si no sentís lo que os dice la imagen no llegaréis a nada … -miró fijamente a su alumna preferida, y sonrió sinceramente; ella llegaría lejos, muy lejos, y lo sabía.

Pero Christal aquel día, como todos los demás, no conseguía concentrarse, y aún así, la clase era entretenida.
Pero … de nuevo aquellas pesadillas despierta, aquel dolor en el cuello que la absorbía por momentos, el miedo que se apoderaba de su mente, el estruendo en su cabeza pidiendo otra salida por la que escapar del mundo en el que se encontraba …
Perdida entre gente que no la conocía, perdida entre personas que, muy posiblemente, la veían como un bicho raro. Se preguntó por qué había tenido que volver, pero prefirió esquivar la respuesta que tanto conocía: aquel nombre que tan bonitos recuerdos la daba, aquel nombre que hacía de sus pesadillas un sueño eterno, aquel nombre del que había huido hacía ya dos meses …

El timbre del final de la clase la avisó de que ya se podía ir a casa, la casa que siempre había sido su hogar … aunque allí no pasara buenos momentos, siempre sería su hogar, aunque no quisiera aceptarlo.
Recogió de la mesa todos los apuntes que había hecho durante la clase y los metió en su carpeta negra con cuidado de que no arrugaran. Como no tenía mochila, pues no se necesitaban libros, cogió su abrigo blanco del respaldo de la silla y se dispuso a salir de la clase y esperar a Jessica en la entrada del instituto para irse juntas a casa como hacían en un pasado. (Si, Jessica, ¿os acordáis de ella?)

De nuevo aquellos malditos recuerdos …

-Mira que bueno está Tom … ¡No sé que le hacía!-saltó una señalando la portada de una revista.

A Christal se le pusieron los pelos de punta al oír su nombre … otra vez … ¿Cuántas veces lo había pronunciado? Unas mil … ¿Cuánto daría por volver a ver al chico que poseía ese nombre? ¿Cuánto? … Y, entonces … ¿por qué se le hacía un nudo en la garganta tan solo con escucharlo? Pensamientos fuera … No podía permitirse volver a recaer en el pecado …

-Ya te digo tía, y es que no vienen aquí, solo están en Europa … -reprochó la chica morena que se sentaba a su lado en la clase de comunicación.

-Hombre, es que aquí se acaban de promocionar -respondió otra. Se llamaba Liss, la verdad es que era simpática, o eso parecía …

-Si bueno, pero lo que daría yo por ver a Tom y … ¿quién sabe qué más? -dijo en una risita silenciosa.

Apretó los dientes con furia al oír aquello. ¿Cómo se podía ser tan rastrera? Odiaba a esa gente … Estuvo a punto de girarse y ponerlas a las tres a caer de un guindo, bueno, no, a las dos, que Liss le caía bien.
Pero no, era mejor así, nadie sabía nada, nadie, sólo Jess, y así quedaría.

Siguió su camino y se cruzó con ésta por el camino, la cual estaba un poco hecha polvo, no había dormido nada.

-Joer, es que acabó tardísimo … -reprochaba con unas ojeras que le llegaban hasta, sabe dios dónde.

-Pues la próxima vez no te quedes a verla -le dijo Chris poniendo una solución al problema.

-Si, claro, ¿y perderme el final? -decía ésta, que estaba enganchadísima a la serie que echaban por la uno.

-Pues si, tampoco va a pasar nada porque te lo pierdas un día … -dijo Christal, que no era partidaria de eso llamado “televisión”

-Tía, ¡pueden pasar un montón de cosas! ¡Ni loca! -dijo Jess. Era claro, que no estaba enganchadísima, si no que estaba obsesionada.

-Pues nada, cuando te salgan mal los exámenes a mi no me vengas a decir, eh … -contestó Chris -. Por cierto, ¿qué tal el de francés? ¿No era hoy? -preguntó a posta, completamente.

-¡Fatal! Es que era muy difícil, porque preguntaba no sé qué de los verbos y que luego lo juntáramos y que … ¡Ni idea!

-Primer examen mal, vamos a ver cuántos más … de momento: Jess cero, Chris uno -hizo aquello con los dedos sin soltar la carpeta, claro. La miró de reojo.

-Vaaaale, la próxima vez lo me quedo hasta tarde … -la venció por fin.

-¡Esta es mi Jess! -la abrazó con el brazo izquierdo en un gesto de cariño.

-Joer, no sabes lo que te he echado de menos, chiquitaja … -recordó los viejos tiempos.

-De chiquitaja nada que soy mayor que tú, eh … -repuso Christal con fingido enfado.

-Si, por dos meses, fíjate tú … -repuso la otra.

-Si, pero soy mayor que tú -respondió.

-Vaaale, giganta … -dijo escurriendo el bulto -, no sabes lo que te he echado de menos.

-Y yo a ti, enana

-¡Eso no vale! ¡Tú a mi enana tampoco! -se separó Jess.

-Es que tú si que eres más pequeña

-Si, bueno, es verdad …

Su conversación acabo entre risas, hasta que Jess vio en la carpeta un informe médico. La daba tanta … le parecía egoísta que alguien como ella tuviera que vivir todo aquello …

-¿Y qué tal estás? -preguntó cuando ya estaban llegando a casa de Chris.

-¡Bien! -sonrió la aludida feliz.

-Digo de … la enfermedad, ya sabes -le recordó ella.

Al instante la sonrisa de Chris desapareció y se transformó en una cara amarga y totalmente vacía de esperanza.

-La mancha del cuello se está extendiendo un poco por la espalda …

-¿Cómo de grande está? -se preocupó.

-No mucho, lo que pasa es que ahora me duele mucho más que antes … -notó como la mano fría de su amiga se deslizaba por su camiseta hasta levantarla por completo para poder observarla la espalda …

-Jo-der -dijo cada sílaba despacio asimilando lo que tenía su amiga en la espalda -, ¿y se ha extendido poco? -preguntó aun alucinada.

-Si, joer, tampoco es tanto …

-¡Pero si tienes toda la espalda morada! Bueno … o verde … o … ¡el color que sea eso!

-Si bueno, que si … me duele un poco y ya está, pero nada más …-mintió. ¿Nada más? Cada mañana le costaba más levantarse de la cama; cada día que pasaba se sentía más cansada; cada día, cada noche se hacía eterna en el más inmenso dolor; cada hora que pasaba era más pesada para su cuerpo … Cada día más era un día menos, y lo sabía -. Será mejor que me vaya a casa, no me encuentro muy bien … -dijo para escaquearse del interrogatorio sanitario de su amiga.

-Vale, te llamo -se despidió con dos besos y siguió su camino.

Christal entró en casa y tiró la carpeta y el abrigo al suelo estrepitosamente y corrió al cuarto de baño.

Cómo no, a vomitar. ¡Maldita enfermedad de las narices! La tenía muerta por dentro …

Salió del baño agotada del esfuerzo que la suponía todo aquello.

Hizo la redacción que había mandado la señorita Acnes, cosa que la llevo dos horas. Quería conseguir aquella carrera de fotografía como fuera.

Las seis ya y aún no había comido. Tampoco la apetecía.

Se levantó de la silla y fue a por un vaso de agua fresca a la cocina.

Completamente solitaria, sólo ella en la casa le resultaba un tan extraño …

Cuando entró de nuevo a la habitación para recoger un poco las cosas vio su móvil vibrando sobre la mesilla. Extrañada, se acercó y lo cogió entre sus manos: número oculto.
Mejor no cogerlo … ¿y si era él o alguno de ellos? No, mejor no cogerlo … lo dejó sonar hasta que paró, habían colgado.



En un sitio muy lejano, alguien dejaba un mensaje en un contestador …

-Chris, tienes que volver. Tom está … está muy extraño y no entiendo qué le pasa … creo que se está tomando algo y estoy muy preocupado … Vuelve muy tarde a casa … Sé que … que no es coherente siendo él que diga eso de que vuele tarde pero vuelve … vuelve muy raro … como si le hubiesen dado algo, no es él, Chris …-una lágrima resbaló por sus mejillas-. Es otra persona … tengo miedo de que le pase algo … Ya no me cuenta nada y está en su habitación encerrado todo el día … yo … yo … no sé qué hacer … Hoy no ha venido a casa en todo el día y no me contesta a las llamadas … no sé por qué te fuiste, pero tengo miedo, Chris … necesito que me ayudes …

Colgó el teléfono esperando que tarde o temprano alguien contestaría …

Las nueve. ¿Y si llamaba a Jess y salían a cenar por ahí? Ya les hacía falta, ya …

“No mires el teléfono, ni se te ocurra” -pensaba cada dos por tres, “lo único que consigues es vencer la tentación …”

Llaman al timbre. ¿Quién puede ser a estas horas? Seguro que es Jess … bueno, así me distraigo un rato …

-¡Un momento! -gritó bajando las escaleras.

Abrió la puerta de un salto.

-Te estaba esperando, Je … -se quedó paralizada en la puerta y sus palabras fueron rotas por un infernal silencio.

Los labios la temblaban como nunca. Sus manos estaban cerradas en puños para no caerse redonda al suelo, y sus ojos fijos en esa mirada … su mirada …

-Yo llevo esperando esto demasiado tiempo -dijo con una voz rota del alcohol al otra lado de la puerta-. Dos meses … tres días … buscando …

Tragó saliva y no movió un ápice su postura. La cabeza le daba vueltas … Él no debería estar allí …

-Buscando esa mirada que tanto me pierde …-su voz era distinta, desesperada-. Por fin la encontré …

-Tom … ¿que … qué haces aquí? -preguntó seria aflojando sus puños y haciendo que sus labios no temblaran más, quería parecer serena, aunque se notara en sus ojos que se moría por abrazarle una vez más …-. Tú no tienes que estar aquí …

-Sólo quería … vvv … ver … verte -dijo haciendo esfuerzos.

-¿Qué te has hecho? -preguntó con lástima -. No te has visto, ¿verdad? Das lástima -fingió. Se la daba bien.

-¿Puedo pasar? -preguntó él.

-A mi casa no entra gente como tú … -una mirada de odio recorrió su rostro, hacia ella misma.

-No era esa mirada la que tanto he buscado …-dijo ahora más sereno.

-Pues espero que esto te sirva para darte cuenta de que esa mirada que buscabas ya no existe -dijo reteniendo las lágrimas.

-Si existe, lo sé … -se acercó a ella tambaleándose.

-¡Aléjate de mi! Creo que dejé bien claro que no quería verte más … Parece que no has comprendido, Tom -le dijo mucho más seria de lo que quería aparentar.

Le tenía ahí delante, a escasos metros … No podía … no podía resistirse … Si, si que podía, aguantaría … -Vete -ordenó.

-Si es lo que quieres … me iré … -repuso sereno.

-Vete -repitió.

-Esta bien … solo quería vvv … verte una vez más … sólo era eso -calló un momento para cruzar su mirada con la de la chica, que estaba fría como el hielo. Aun así, sentía el calor que ésta le daba, que le ofrecía. Era esa mirada la que había buscado y buscado, seguía existiendo, lo había visto través de sus ojos.

El silenció invadió aquel diminuto espacio. Christal se sentía desnuda ante aquellos ojos que tantas veces la había llevado a la perdición. Ahora se sentía indefensa ante aquel color caramelo … El color de unos ojos empañado por los recuerdos … Pedió el contacto por completo con aquella mirada.

Se giró y comenzó a andar calle arriba. No sabía a dónde ir, pero sabía que haber ido no había sido un error, no …

Era un poco confuso todo aquello que había sucedido en apenas minutos. Le dejaba resguardarse de la lluvia, si o no … No estaba segura de si aquella era la opción correcta, pero no podía ser tan cruel.

-¡Llueve mucho! -gritó y vio cómo él al instante se giraba, no estaba muy lejos -. Y … las lluvias por aquí … son … son muy fuertes … y bueno … no es bueno que uno ande por ahí para cogerse una pulmonía … y bueno … yo … yo … no estaría bien que te dejará en la calle … y … no conoces la ciudad … y … bueno … tengo una habitación libre si quieres … si quieres dormir esta noche ahí … -las palabras se le trabaron en la boca-. Seguro que por la mañana la tormenta a cesado ya -repuso con esfuerzo.

Veía como avanzaba de nuevo hacia ella con paso tranquilo sobre el asfalto mojado.

Al llegar le dirigió una breve mirada -. Gracias.

Entró y seguidamente ella cerró la puerta sin armar estruendo alguno, no era plan.

-Bueno … mmm … sígueme, tú habitación está por aquí -subió las escaleras seguida del empapado chico.

Notaba sus zapatillas arrastrarse por el suelo, siempre lo hacía … ¡no!

Abrió una gran puerta de madera y le ofreció pasar -. La cama está al fondo y ahí tienes un baño para ti solo por si quieres … ducharte … o … o lo que sea y tienes varios cajones con ropa interior … mira a ver si te vale …

Tom agradeció la hospitalidad con la cabeza y diciendo un susurrado “gracias”.

-Yo … me iré a cenar y me acostaré que mañana tengo que … -¿le decía lo de la universidad? No, mejor no-… tengo que hacer unas cosas …

-Está bien, gracias.

-Si quieres tomar algo tienes comida en la nevera -dijo seria.

Se dispuso a salir de allí e irse a la cocina a tomar algo. La temblaba todo. Era o no correcto lo que estaba haciendo. En cierto modo sólo le había dado cobijo, ¿no? Pero sabía perfectamente por qué motivo lo había hecho … De nuevo juntos en la misma casa, de nuevo aquellos ojos … por fin lo tenía una vez más al lado … cada sueño de cada noche que pasaba era aquel …

Tomó una pequeña ensalada y se fue a la ducha para acostarse cuanto antes, mañana sería un largo día … como todos los demás … pero, ¿¿ese día había sido como los demás?? No, ese día no había sido eterno, o simplemente la noche había hecho que no lo fuera.
Se envolvió con una toalla su cuerpo húmedo y desnudo y se cepillo el pelo antes de revolverlo con las manos.
Salió al cuarto.
Bien, la puerta estaba cerrada.

Abrió el cajón y sacó su pijama rosa de rayas. Que bonito era. Las braguitas negras que tanto le gustaban … es que eran muy suavitas, no la culpéis. Y aquel sujetador a juego … no sabía por qué tenía la manía de dormir con sujetador pero le daba igual. Cogió el pantalón.

Deslizó el pantalón largo por sus largas, finas y suaves piernas pálidas.

Subió la mirada para coger la parte de arriba y se encontró con la puerta abierta de par en par … Ahí estaba, mirándola de nuevo. Se tapó con la camiseta de manga corta.

-¿Necesitas algo? -preguntó incómoda.

-Sólo quería … -se acercó con paso lento -. Quería saber … si … si tenías … -estaba cada vez más cerca. Los músculos de Chris estaban cada vez más débiles ante la tentación - Si tenías … -escasos centímetros separaban sus miradas y sus labios casi se rozaban.

Mierda, ¿qué estaba haciendo? La camiseta calló al suelo.

-Si tenías … -los labios de Tom se acercaron hasta los de Chris en su busca desesperada, y para la sorpresa del chico, éstos se dejaron rozar, dejándose encontrar. Un contacto áspero y pequeño, pero suave e intenso al mismo tiempo.

Se separaron despacio para cruzar sus miradas de nuevo. Cuánto había echado eso de menos … No se dio cuenta hasta que lo probó una vez más. Un sabor único … un sabor irremplazable … un sabor … el sabor … el sabor de sus labios con los suyos.

Posó sus manos en su cintura con cuidado y delicadeza. Había estado esperando aquello demasiado, no podía estropearlo.

De nuevo el contacto de su piercing sobre sus labios cálidos, ahora fríos por el contacto. De nuevo su lengua jugando con la suya en un intento de abatirla. De nuevo esas enormes manos que la rodeaban con tanta fuerza pero con tan desmesurado cuidado. De nuevo esas rastas que la volvían loca. De nuevo ese cuello al que agarrarse … De nuevo él …

La empujó suavemente hacia la cama hasta tumbarla sobre ella sin poder ver la gran mancha que cubría su espalda. Se tumbó sobre ella para seguir su recorrido con suaves besos.

¿Cuántas veces había soñado con aquello desde su marcha? Evelyn la llamaba cada día y le contaba todo lo que pasaba, pero nunca le hablaba de Tom, le había dicho que no lo recordara más de lo que lo tenía presente en su mente.
Sus caricias eran suaves y amables, casi agradecidas de que le concediera aquello. Las manos de ella se aferraban a su cuello con fuerza, mientras que las de él recorrían cada resquicio de su cuerpo.

Por fin la tenía entre sus brazos. Pensó que no la volvería a ver desde aquella carta … la carta, la que aún guardaba en el bolsillo de su pantalón, ya arrugada por le paso del tiempo. Se concentró en sus labios, su cuello, su cuerpo …

Y así, pasaron una noche inolvidable … Una noche en medio de la oscuridad pero a la vez alumbrada por la luz de los recuerdos en sus memorias … En secreto, permanecieron abrazados entre la penumbra bajo las sábanas de aquella cama.

Las gotas de sol que entraban por las rendijas de la gran ventana la despertaron. Ésta abrió sus ojos verdes despacio para acostumbrarse a la luz y poder ver la figura del chico que tanto quería, poder ver de nuevo su rostro, como antes …
Pero … ¿Y … y … y Tom? ¿dónde está?
Aunque sabía que sería inútil, quitó la sábana para asegurarme o quizás buscando algo, pero nada … si, si había algo, una nota … Odiaba las notas, siempre traían algo malo.

La abrió despacio. Vale, era de él, mal presagio.

“Chris, me pediste que me fuera, y me voy. Me pediste que no te buscara y siento haberlo hecho, pero lo necesitaba … a partir de ahora no sabrás más de mí, ¿vale? Te dejaré como me pediste … Siento mucho lo que te he hecho … Adiós, sé feliz.

Tom”

“¡Joder!¡Mierda, mierda, mierda!”

Maldiciéndose a sí misma se fue camino a la universidad, sin ni si quiera esperar a Jess, la cuál se quedó un poco extrañada de que su amiga no fuera a recogerla, pero es que Chris aquel día no tenía ganas de hablar. No estaba enfadada con nadie, sólo con ella misma … “¡Idiota!”





...CONTINUARÁ...

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¿sierras? ¿Tomates? ¿flores? ...

este capitulo te lo as currao eeh!
en serio,, esta genial,, me encanta... como todos!! xDD

sigo pnsando k tu fic es el mjor y k eres una gran escritora!!


Tee QuiieRoooO!!

Hoooooola Chicas!!! ¿qué tal? Espero que muy bien!

Disculpas por tardar tanto, pero estaba llena de exámenes y no había tiempo xDD de todas formas, dije para diciembre colgaba capi, y aquí está.

[ALGUIEN FUE AL ESTRENO DE CREPÚSCULO???? que chachi estuvo!]

Este capítulo, dedicado a Teresa y Paulita que son las ñunicas que siguen leyendo ... xD Espero que os guste!




Capítulo XXII --- > Llamada equivocada

-Carie, llama al asesor y dile que sobre las cinco tenemos el decorado listo y que puede venir a la sesión de fotos -dijo parándose antes de entrar en el despacho.

-Pero me dijiste que lo anulara -reprochó la secretaria.

-Ya, pero es que pensé que no daría tiempo después de la sesión de fotos de Jennifer a recoger todo, pero si lo ha dado- se inclinó un poco para adoptar una postura más cómoda, pues la espalda le tiraba un poco, estaba ya demasiado gorda-, así que por favor, llámale y dile que el decorado está dentro de tres horas que puede venir a partir de esa hora cuando quiera, ¿de acuerdo? -respondió dulcemente -. Y siento marearte tanto, eres una gran trabajadora.

-Vaaaaaale, ya voy -se rindió Carie.

-Pero dile que se tiene que pasar por mi despacho para aclarar las horas de la semana que viene, que la tenemos un poco ocupada ya, pero es una gran oportunidad que no se puede desperdiciar. Jamás han venido al estudio artistas internacionales.

-Si, pero es que hace tres meses que abrimos, jefa -le recordó la secretaria.

-Ya, pero hemos sido uno de los estudios más recurridos por aquí -afirmó orgullosa antes de meterse en el despacho.

Carie, la secretaria ya marcaba los números que había apuntados en su agenda.

Cerró la puerta con cuidado de no hacer ruido, pues la gente estaba trabajando en un nuevo proyecto para la imagen del estudio.
Debía mucho a aquel profesor que nueve meses atrás la daba clases en la universidad, gracias a él había conseguido todo aquello.
Se sentó en la silla giratoria que se escondía tras su enorme mesa de trabajo, en la cual había colocado una fotografía enmarcada en madera: su primera ecografía.

Ya quedaba poco. Estaba muy nerviosa. Notaba como le daba pataditas … Una sonrisa se dibujaba en su rostro al notarlas con efusividad: quería salir ya. Pero no, aun quedaban un par de semanas …
Había decidido no saber si era niño o niña, mejor la sorpresa del momento, pero ya tenía dos nombres alternativos y definitivos: Elissa o David
La verdad, aunque no quisiera admitirlo es que ella prefería una niña.

Se acarició su enorme barriga con antaño y cariño. Pronto en sus brazos. Pronto su bebé.
Los ojos le brillaban. ¿Y si se le parecía? Seguro que si, siempre se sacan rasgos del padre y la madre.
No estaba segura de si había hecho bien o no en no decírselo. Pero así lo había decidido y ya no había marcha atrás.
¿Y si preguntaba por su padre? “Se fue hace mucho, mi vida, tu padre es artista y tiene mucho trabajo”. Aún así, sabía que algún día le tocaría enfrentarse a lo que había hecho.

Tenía miedo a la enfermedad. No quería dejar al bebé solo, no tendría a nadie. Bueno si, a su padre, pero la idea la reconcomía por dentro. No, mejor por dentro no, que dentro estaba yo.
Tenía miedo a tantas cosas … Parecía temer a la vida, si ya le quedaba algo por temer.

Tantas cosas vividas … Tanto por vivir, tanto que quedará sin ocurrir … todo revolvía la mente de Christal sin un ápice de lástima. La hacía totalmente vulnerable …

Cerró los ojos y aspiró con fuerza. El tiempo pasaba lentamente ante su objetivo … Quizás dos semanas … quizás tres … quizás sólo una. Sus labios se estiraban en una larga y deliciosa sonrisa de embarazada.


Toc Toc

-Adelante -salió de sus pensamientos para recibir a quién fuera que había llamado a su puerta.

Abrió la puerta con cuidado de que no chirriara, que mierda de puerta.

-Ya está aquí el asesor -sentenció Carie.

-¿¿Ya?? -preguntó extrañada.

-Si, ya son las cinco -respondió sencillamente con la cabeza asomada por la rendija de la puerta.

Miró la hora. ¡Qué rápido se pasa el tiempo!

-Bueno, pues dile que pase -dijo con resignación.

Se colocó recta en su sitio, con cuidado, poniendo una postura adecuada.

-Buenos días, Christal Jonson -se presentó mientras se levantaba y le daba dos besos al asesor.

-Muy buenos días, encantado de conocerla -contestó serio.

¿Trajeado? Que mal rollo.

-Bueno, tengo que decirle que estamos muy contentos de que halla decidido venir a nuestro estudio, es todo un reto para nosotros y un placer atenderles -dijo sonriente Christal, sincera.

-Y yo, seguro que todo lo que me han dicho es verdad -dijo amablemente.

Tan mal rollo no, la verdad.

-Bueno … mmm …

-David -sonrió de nuevo enseñando los dientes.

Qué bonito nombre.

-David, ¿a qué hora te vendría bien la semana que viene? -sacó unos cuantos papeles del cajón para empezar a rellenar.

-Si, bueno, hemos pensado que … el martes … sobre las … no sé, más o menos ¿las ocho?

-Si, si, perfecto, a esa hora no hay nadie. Que bien.

Escribía sin parar sobre un papel de color rosa, que luego pasó a Jorge para que firmara. Éste, lo hizo encantado.

-Tienen unos platos realmente bien diseñados -halagó.

-Am, muchas gracias, intentamos hacerlo lo mejor posible -agradeció con gratitud.

-Bueno, pues … hasta el martes -se despidió el asesor cerrando la puerta.

Suspiró tranquila. Trabajo terminado. A casita.
Cogió su abrigo y su bolso del perchero y cerró el estudio, cerciorándose de que no había más por hacer.



Un nuevo mensaje.
Haber de quién: Evelyn.

“Tenemos que hablar, es algo importante, por favor, llámame en cuanto puedas, es urgente”

“Ni que la hubiera atropellado un autobús”. Que, por suerte no, porque si no, no tendría mensaje alguno.

Marcó el teléfono con rapidez, y se puso el auricular en la oreja con desconcierto.

Un pitido. Dos pitidos. Tres pitidos.

-Buzón movistar de “Evelyn”, por favor, deje su mensaje después de la señal -dijo una voz tras el teléfono.

-Eve, soy yo, Chris, que … cuando puedas me llamas y me dices eso tan importante, ¿vale? Y … -no sabía si decirlo, estaba tan emocionada -, yo también tengo algo que contarte … Venga guapetona, ¡un beso! -colgó y dejó el móvil sobre la mesa del hall.



En un lugar lejos de allí, un móvil sobre la mesa de un restaurante comienza a vibrar sin desenfreno.

-Es el móvil de Eve -sentenció Gustav. Pues la aludida se había ido al baño con Fran, el novio.

El móvil dejó de vibrar bajo la atenta mirada de los cuatro chicos: Bill, Georg, Gustav y Laura.
Si, Tom no había acudido a la cena.

-Colgaron -sentenció ahora Bill. Pero éste, en vez de dejar el móvil, lo cogió y miró las llamadas.

-Tío, a lo mejor no le gusta que miremos sus llamadas -reprochó Georg.

-A una chica no le gusta que le cotilleen las cosas -afirmó Laura.

-Si, pero hay confianza -sentenció.

Mierda, no reconocía el número. ¿Y si llamaba? No podía pasar nada.

-¿Qué haces? -se escandalizó Gustav, separándose de Laura.

-Llamar, ¿no lo ves? -respondió en ese tono chulo.

-Tío, desde lo de Tom no te reconozco, necesitas ayuda -se sentó, mirándole con lástima.

-Esto no tiene nada que ver con lo de Tom, ¡él quiso acabar así! No me siento culpable por nada -le miró con fijeza y una pizca de odio por recordar a su gemelo.

-Se supone que sois gemelos y que os tenéis que apoyar el uno al otro … Pero no, tú estás aquí de fiesta en vez de estar con tu hermano en el hospital apoyándole para que salga de esta … -se levantó y salió del restaurante con desánimo.

-¡¿Y tú qué?! -gritó -. ¡¿¿Vosotros qué??! ¡Sois sus amigos! -reprochó.

-Bill, tranquilízate, ¿vale? -intentó calmarle Laura con ayuda de Georg.

-¡Déjame! Llamaré a quién me dé la gana, vosotros no tenéis que decirme lo que tengo que hacer -comenzó a marcar el número que había en la pantalla del móvil de Eve y se colocó el móvil a la oreja, bajo la atenta mirada de Georg y Laura.




¡Por fin!

-¡Hola, Eve! -dijo emocionada-. ¡No hables! -alguien tras el teléfono hizo un intento de hablar, pero ella no le dejó -, ¡no hables, no hables! Quiero darte una sorpresa … -una sonrisa se dibujó en su rostro, sin que nadie pudiera ver su miedo en ella -. Eve … estoy embarazada … - una lágrima de ilusión se deslizó por su mejilla-. Es … es de Tom … Cuando … cuando vino … Estoy embarazada, Eve, ¡embarazada! Ya me queda muy poco, no veas lo gorda que me he puesto -rió. Tras el teléfono alguien escuchaba con atención-. Quería … quería que lo supieras la primera … -esperó a que alguien contestara, pero nadie hablaba -. Lo siento, ya sé que debería habértelo dicho pero creí que … creí que sería mejor así … ya sé que algún día se lo tendré que decir a él, cuando ... cuando la enfermedad se agrave no podré hacer nada ... pero … pero tengo miedo … No … ¿no vas a decirme nada? -preguntó.

Joder, ¿se había enfadado?

-¿Ni un “enhorabuena”? -volvió a preguntar.

Un silencio se hizo tras el teléfono …



Su cara estaba pálida … Sus ojos puestos en el recuerdo más oscuro pero más brillante del pasado … Oía de fondo las voces de sus amigos preguntando, pero él sólo oía una voz pasada, una voz que había esperado mucho tiempo … Enfermedad ... Embarazada … Tom … ¿iba … iba .. iba a ser tío?

No, no podía ser ella, no era Christal … Su voz … era ella, reconocería aquella voz, aquella risa tan difuminada y sonora …

-En … enhorabuena -susurró, pero fue suficiente para que ella lo oyese.

Separó el teléfono de su oído y se quedó mirando la pantalla fijamente … Volvió a acercárselo al oído y susurró de nuevo:

-Enhorabuena -dijo ahora un poco más alto, pEro dijo algo más-, Christal …



Colgó rápidamente. El teléfono se escurrió entre sus manos nerviosas ... No había sido Evelyn quien la había llamado ...




...CONTINUARÁ...
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Tomates? zanahorias? motosierras?? flores, quizás?? xDD

bessitos! [colgaré en cuanto pueda] [porfa, todo aquel que lo lea, que comente ...]